Como matar las liendres ¿Sabes quienes son?
“Razonar y convencer, ¡qué difícil, largo y trabajoso! ¿Sugestionar? ¡Qué fácil, rápido y barato!.” – Santiago Ramón y Cajal
En la permanente cacería de la humanidad detrás de los piojos, saber como matar las liendres es igual o más importante.
La paradoja eterna de ¿quién fue primero, el huevo o la gallina? Aplica de la misma forma aquí ¿Quién fue primero el piojo o la liendre?
Pero la respuesta práctica, al menos en este caso es mas rápida y directa: si se acaban los piojos, pero no se acaban las liendres, en realidad no se acabarán los piojos nunca. Por el contrario, si se acaban las liendres eventualmente se acabarán también los piojos.
La importancia de las liendres en la pediculosis es crítica, pues son los huevos que al mantenerse en el cabello o en el vello de otras partes del cuerpo, perpetuarán el nacimiento de ninfas y con ello de piojos adultos en un período de dos semanas en promedio.
Política de “No-Liendres”
Es por esta razón que diversas instituciones, principalmente las escuelas han adoptado la política de “no-liendres” (“no-nit”) con más rigor en Estados Unidos y Europa que en otras regiones, sin embargo, eventualmente dichas medidas se vuelven también rígidas de cuando en cuando en países como México u otros de Latinoamérica.
Sin embargo, dichas políticas son más bien medidas de pánico que no tienen fundamentos en una lógica de Salud Pública por dos razones:
- Ya se ha demostrado que tener liendres/piojos no es un signo obligado de mala higiene y
- No se ha demostrado que las liendres/piojos transmitan enfermedades.
Las liendres y los piojos son algo similar a las cucarachas. Las repudiamos, nos dan asco, deseamos que no estén allí, pero no estamos seguros de que nos hagan algún daño.
La Academia Americana de Pediatría ha dicho que no es necesario que se suspenda la asistencia a clases a aquellos niños que se encuentren con liendres o piojos.
No obstante, las políticas de muchos centros educativos se mantienen firmes y los padres lejos de refutar tales decisiones entran en pánico y corren a buscar a la alacena, la farmacia, o inclusive la tlapalería, el taller mecánico o la gasolinera por el primer remedio, medicamento o artefacto para deshacerse de estos insectos.
Probablemente la razón de que tales conductas siguen vigentes es porque como dicen algunos autores existe una “histeria colectiva” transmitida por generaciones a través de la información – falsa e infundada – de que los piojos estuvieron asociados a grandes epidemias como la de la peste bubónica que mató a una gran parte de la población europea.
Por lo tanto, como dichas políticas y conductas serán difíciles de erradicar, al menos se debe tener conocimiento del problema para poder enfrentarlo de manera racional.
“No todo lo que brilla es liendre”
En la lógica de la política de “no-liendres” hay establecimientos que cuentan con personal especialmente designado para identificarlas.
Sin embargo, este personal frecuentemente no está suficientemente capacitado para decidir que sí es una liendres y que no lo es.
Así como dice el dicho “No todo lo que brilla es oro”, en este caso decimos que “No todo lo que brilla es blanco” para indicar que hay diversas partículas que podemos encontrar en el pelo que parecen liendres pero que son otra cosa como restos de ceniza, pintura, grasa, etc.
La confusión mas común es con la caspa. La caspa es una enfermedad producida por un hongo que produce la inflamación y desprendimiento de pequeñas placas o laminillas de piel muerta que suelen tener el tamaño de una liendre y también son blanquecinas.
¡Pero la caspa no es pediculosis! Y nadie pensaría en expulsar del colegio a un@ niñ@ con caspa ¿o sí?
Un método efectivo para identificar las diferencias entre partículas que no son liendres y las que sí lo son es mediante la dermatoscopia, que es un procedimiento técnico que emplea un instrumento llamado dermatoscopio con luz convencional o polarizada .
Claro que el dermatoscopio no es un instrumento convencional para uso doméstico, pero en el caso de una institución como los centros académicos si la política de verdad es seria deberían contar con uno y con una persona capacitada para su uso.
En la dermatoscopia un residuo de caspa se mostraría como una partícula blanca, sin forma definida, alrededor de un cabello. La liendre viva es una estructura ovoide similar a un balón de futbol americano, café y con terminales convexas también rodeando el cabello.
No todas las liendres están vivas
Pero hay algo mas, aún en el caso de encontrar liendres en el cabello no
significa que exista una parasitosis activa o latente.
Las liendres son el cascarón del huevo que pone la pioja. Ella los adhiere muy cerca del nacimiento del cabello con un cemento que produce su saliva. A los siete días aproximadamente los huevos eclosionan, es decir el embrión se abre al exterior ya como una ninfa y deja el cascarón vacío.
Esto quiere decir que pueden existir liendres vacías a una distancia considerable del cuero cabelludo (1 cm por ejemplo) lo que indica que el embrión ya abandonó dicho huevo e inclusive es probable que ese embrión ya haya muerto como piojo adulto.
En la dermatoscopia, los huevos vacíos se verán como estructuras transparentes y aplanadas.
¿Conocemos la diferencia entre liendre, ninfa y piojo adulto?
A todo esto ¿cuáles son las diferencias entre liendre, ninfa y piojo adulto?
Las liendres como ya mencionamos son los huevos de los piojos. Pueden estar ocupados por el embrión o vacíos después que este ha eclosionado.
A los siete días aproximadamente el embrión en desarrollo ya tiene la forma de un piojo aunque pequeño el cual se conoce como ninfa y es el primer estadio que sale al exterior. Después de otra semana en promedio este piojo se transformará en adulto adquiriendo características sexuales que le permiten entonces reproducirse.
¿Es el mismo tratamiento para unas y otros?
Hay tratamientos que funcionan tanto para liendres como para piojos, sin embargo otros tienen mayores efectos sobre las especies en movimiento es decir linfas y adultos ¿Por qué?
Una de las razones es porque los huevos están relativamente protegidos por la cubierta que les proporciona “el cascarón” es decir la liendre, y algunas sustancias no penetran esta cubierta.
Otra de las razones es porque diversas sustancias actúan sobre los músculos de la respiración así como sobre los espiráculos de las ninfas y piojos, paralizándolos y asfixiándolos. Como los embriones no tienen desarrolladas estas estructuras no son sensibles al efecto de dichos tratamientos.
Conclusiones
Como hemos visto la postura de diversas organizaciones, particularmente las escolares frente a la pediculosis frecuentemente son equivocadas y responden más a prejuicios e información sin fundamento mas que a un criterio de Salud Pública formal.
No obstante si se ha de adoptar una política de “no liendres” lo menos que se puede pedir es que el personal que sea designado para esta tarea esté suficientemente capacitado para poder identificarlas y en su caso recomendar un tratamiento o al menos remitir los casos positivos a un profesional de la salud.
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