Como se matan los piojos – I. Métodos tradicionales

Desear aprender cómo se matan los piojos es cada vez más el resultado no solamente de la repulsión o molestias superficiales como la comezón que estos parásitos nos producen o el estigma de una higiene deficiente y pobreza asociados a la infestación de nuestros cuerpos, sino además del conocimiento sobre su fisiología, las bacterias que pueden portar en su interior y los problemas relacionados que pueden causar desde la contaminación e infección de capas más profundas de la piel por el simple rascado hasta la transmisión de otros patógenos más peligrosos que viven como endosimibiontes es decir dentro del cuerpo de dichos piojos.

En esta serie de posts nos referiremos especialmente a las diferentes estrategias empleadas para la eliminación de estos animalillos indeseables, las cuales comprenden cuatro grupos generales: los métodos mecánicos, los productos de aplicación local, los productos que se consumen a través de la vía oral y algunas combinaciones nuevas que se están probando y que incluyen el uso de al menos dos sustancias.

Métodos tradicionales

Los métodos tradicionales comprenden al menos una de las siguientes prácticas, aunque generalmente se llevan a cabo varias de ellas al mismo tiempo:

• Las manos, particularmente las uñas
• Peines especiales
• Rapado de las cabezas de los pacientes afectados, en especial las niñas y niños
• Calor
• Productos químicos

Uso de las manos

Hemos visto o escuchado en algún momento que las personas, generalmente las mujeres de la casa, abuelas, mamás, hermanas son las encargadas de “expulgar” o mejor dicho “expiojar” o “despiojar” a los miembros infestados de la familia ocupando largos ratos a la búsqueda cuidadosa tanto de piojos como de liendres.
Cada piojo encontrado es aplastado mediante el uso de las dos superficies rígidas de dos uñas opuestas y en el caso de las liendres que se sujetan con firmeza al cabello, la tarea ha sido el visualizarlas y jalarlas literalmente hasta liberarlas y desecharlas.

Está de sobra decir que para hacer esto se requiere de una excelente visión y una fuente de iluminación adecuada, las cuales sin embargo se pueden suplementar con lentes apropiadas.
Si bien esta es una práctica cuyos resultados se contabilizan ipso facto, cada vez es menos recomendada por los riesgos que implicaría el hecho de liberar del interior de los piojos a bacterias potencialmente infecciosas que podrían enfermar no solamente al portador o portadora de los piojos sino a la persona que se los extrae.

Peines especiales

Existen en el mercado diferentes tipos de peines especiales para la extracción de piojos o liendres, aunque en esencia todos tienen la misma función la cual es la de que la distancia entre sus dientes sea lo suficientemente estrecha como para poder extraer tanto liendres como piojos entre ellos sin la necesidad de una búsqueda visual intensa o el uso directo de los dedos.
De acuerdo con diversos estudios tanto la cantidad como la velocidad con que es posible encontrar tanto liendres como piojos con el peine es de dos a cuatro veces mayor que utilizando directamente las manos y la exploración visual, además de que evita el contacto directo y por tanto el riesgo de contagio con bacterias que habiten el interior de los piojos.

Este método es adecuado no solamente para el tratamiento sino también para la prevención de nuevas infestaciones si se practica con regularidad al eliminar liendres que aún no han madurado y evitar que lleguen a convertirse en adultos.

Rapado

Quizás podría considerarse que el rapado es el método más efectivo para eliminar los piojos en un solo tiempo, para ello tiene que realizarse un corte prácticamente “a navaja” pues en caso contrario cabellos aún muy cortos de alrededor de 1 o 2 mm pueden seguir sirviendo de asidero para las liendres.
Es un método que no causa dolor, no hay exposición a químicos ni medicamentos de ningún tipo y no existe el riesgo de infectarse al “destripar” al piojo con las uñas.
No obstante, como podrá fácilmente comprenderse no es un método que pueda aplicarse a todo el mundo. Mientras que en los adultos jóvenes el raparse sobre todo en los hombres puede ser una práctica común e inclusive con cierto atractivo estético, en las mujeres el efecto generalmente es el contrario

En los niños y muy particularmente en las niñas, el rapado aun es un estigma de otros tiempos que sugiere un estado de higiene inadecuado además de otras connotaciones socioculturales por lo tanto expondría a los menores a un estrés que quizás superaría el beneficio mismo del tratamiento. En todo caso es una práctica que deberá evaluarse de manera individual de acuerdo con los usos y costumbres de cada persona, familia y grupo social.

Calor

El calor es un método físico que destruye piojos y liendres, pero para que sea efectivo la temperatura a la que deben someterse estos organismos debe ser por lo menos de 52 grados Celsius o centígrados por media hora.

Sin embargo, este método tiene dos inconvenientes o particularidades. La primera es que no se puede aplicar por obvias razones a una persona, sino solamente a su ropa considerando que dicha ropa pueda someterse a esas temperaturas. Esto aplica por lo tanto a infestaciones de piojos del cuerpo más que de la cabeza. El segundo inconveniente es que los piojos pueden hacerse resistentes a cierta cantidad de calor al liberar ciertas hormonas que hacen sus cubiertas más protectoras. En estos casos es necesario llegar a aplicar temperaturas hasta de 100 grados Celsius es decir de agua hirviendo.

Productos químicos

Solo para el registro histórico como métodos tradicionales se utilizaron una gran cantidad de compuestos químicos ya fuese en forma aislada o en combinación entre los cuales destacaron diversos aceites como el de cocina, o el vinagre, así como también el azufre, el cresol, el naftaleno, el petróleo, la vaselina por mencionar algunos.
Por los claros efectos indeseables de varios de ellos su uso enfáticamente se desaprueba en la actualidad.

En el siguiente post de esta serie “Como se matan los piojos” nos referiremos a diversos productos de aplicación local que se han utilizado desde la Segunda Guerra Mundial como el DDT, el lindano, los piretroides y otros insecticidas que han sido efectivos en eliminar esta plaga pero han causado también diversos efectos indeseables en las personas.

Agradeceríamos que nos comparta en la sección inferior de este post sus comentarios y dudas

Acerca del Dr. Alfonso Carreón

Dr. Alfonso Carreón Rodríguez

Es médico cirujano por la Facultad de Medicina de la UNAM, maestro y doctor en ciencias bioquímicas por el Instituto de Biotecnología de la UNAM. Realizó estancias de investigación posdoctoral en el Weizmann Institute of Science Rehovot, Israel y en el Massachussetts General Hospital / Harvard Medical School, Boston, MA, USA. Actualmente es Investigador del Instituto Nacional de Salud Pública y Profesor de Maestría de la Escuela de Salud Pública de México. Tiene un interés particular por estudiar la pediculosis particularmente de la cabeza y es fundador del blog Piojos para la difusión de información relacionada a este tema.