Como terminar con los piojos – I. ¿Qué es lo que ha fallado?
El problema centenario sobre como terminar con los piojos pareció encontrar hace varias décadas una respuesta cuando se comenzaron a sintetizar los piretroides como análogos de las piretrinas que como ya hemos comentado en otras entradas de este blog son moléculas derivadas de los crisantemos con propiedades insecticidas.
La ivermectina tanto en su forma tópica como por vía oral ofrece otra alternativa para el combate a estos ectoparásitos al atacar el sistema nervioso de los adultos induciéndoles asfixia.
Además de que su vida media es de dos semanas permitiendo efectos residuales sobre las liendres que no son afectadas al principio pero que en la medida que se convierten en piojos adultos quedan expuestas al fármaco que persiste en la sangre del humano hospedero.
No obstante, el uso de este tipo de insecticidas sigue generando controversia e insatisfacción al menos por las tres siguientes razones:
- Por sus efectos potencialmente tóxicos que, aunque muy bajos están presentes sobretodo para los niños
- Por su capacidad – real o al menos percibida – para contaminar el ambiente, a pesar de la garantía de biodegradabilidad que los productores ofrecen.
- Y sobretodo por la capacidad que tienen para inducir una respuesta de defensa en los piojos lo que a la larga les confiere mecanismos bien establecidos de resistencia.
La necesidad por encontrar tratamientos mas rápidos, mas fuertes, mas seguros
En la búsqueda constante por encontrar alternativas que compensen las desventajas mencionadas o al menos parte de ellas se han encontrado diversas opciones mas naturales con algunos efectos mas físicos sobre el cuerpo del insecto que químicos sobre su metabolismo.
En esta ocasión nos referiremos a un estudio clínico que se ha llevado a cabo para evaluar la eficacia y seguridad de un tratmiento contra piojos que contiene Aceite de Andiroba y Vinagre de Quassia, pero antes de eso revisaremos que es lo que ha fallado en los tratamientos patentados actualmente autorizados.
Al parecer los piojos le ganan la carrera a los medicamentos
La hembras de los piojos depositan sus huevecillos, es decir las liendres y las adhieren al cabello, a una distancia que puede ir desde unos pocos milimetros desde el cuero cabelludo hasta cerca de tres centímetros de distancia desde el nacimiento del pelo.
Estos huevecillos que llegan a tener una apariencia gris pálida casi nacarada hasta en algunas ocasiones parda-rojiza, se adhieren al cabello mediante un cemento muy fuerte y que es resistente al agua, una de las razones por la cual el simple aseo del cabello con un shampoo convencional como se acostumbra en el baño diario no es suficiente.
Las hembras suelen vivir alrededor de un mes, en algunos casos hasta 40 días y depositan huevecillos a una razón promedio de 10 por día, lo cual quiere decir que una sola de ellas es capaz de depositar hasta 300 o 400 huevecillos.
Si eso lo multiplicas por al menos la mitad de esos huevecillos que llegarán a ser nuevas hembras y pondran la misma cantidad de huevos tendrás una idea del potencial de reproducción que un solo piojo tiene en su vida.
Los huevecillos una vez puestos pasan de un estadio de ninfa a uno de piojo inmaduro y en el lapso de 7 a 10 días llegan a ser sexualmente maduros para iniciar un nuevo ciclo.
Es decir, aproximadamente cada medio mes o tres semanas se origina una nueva generación de piojos.
El primer problema es el de la toxicidad
Aun cuando muchos de los compuestos tienen una baja toxicidad inicial en las dosis convencionales, su uso prolongado tiende a acumularse y es dicha acumulación la que podría generar efectos indeseables en el humano.
Las piretrinas por ejemplo a pesar de sus muy bajos efectos tóxicos cuando se utilizan con frecuencia son responsables por irritaciones locales en el lugar de aplicación.
El lindano es un insecticida organoclorado, que es tóxico en moderadas a grandes cantidades. Las soluciones al 1% se recomiendan en los Estados Unidos solamente como tratamientos de segunda elección, es decir cuando otros tratamientos con menor potencialidad tóxica han fallado. En Europa el uso del lindano como pediculicida se ha descontinuado desde el 2007.
El segundo problema es el de la resistencia
La historia de los insecticidas es prácticamente la misma que la de los antibióticos o los antivirales.
Si el descubrimiento de Penicilina por Alejandro Fleming en los años 20 y su posterior producción en masa en los años 40, en gran parte para su uso en las heridas producidas en la Segunda Guerra Mundial, creo una gran esperanza de acabar con todas las infecciones producidas por bacterias, su uso indiscriminado para cualquier malestar que “pareciera” infección pronto produjo resistencia e hizo necesario el desarrollo de antibióticos cada vez mas sofisticados ante los cuales cada nueva generación de bacterias a desarrollados resistencias haciendo el uso de antibióticos y las infecciones dificiles de tratar un asunto de alerta sanitaria en el mundo.
De la misma forma los insecticidas empleados para combatir parásitos tales como piojos han estimulado en estos animales el desarrollo de mecanismos para resistir el efecto de los fármacos y volverse cada vez mas inmunes a ellos dando lugar los superpiojos.
Tanto las piretrinas, como los piretroides y ahora inclusive la ivermectina que atacan el sistema nervioso del piojo, produciéndole parálisis para respirar y en consecuencia asfixia, encuentran cada vez mas piojos resistentes que no mueren ante las dosis convencionales y requieren ademas de exposiciones repetidas al fármaco.
El tercer problema son las liendres
Aunque diversas sustancias tanto naturales como sintéticas son efectivas para atacar a los piojos adultos ya sea mediante asfixia por parálisis de los músculos respiratorios o asfixiandolos al recubrirlos completamente con una cubierta física, la liendres son relativamente insensibles a estos efectos.
La estrategia en estos casos ha sido la de aplicar dosis subsecuentes del tratamiento de elección en diversos intervalos con los cuales coincidir con el momento en que dichas liendres se vuelve piojos adultos susceptibles de ser eliminados. Pero el problema de nuevas liendres persiste.
Por lo cual se hace necesario encontrar métodos que ataquen a las liendres en el momento en el que estas están adheridas al cabello para evitar su ulterior eclosión y desarrollo hacia etapas maduras.
Las nuevas estrategias consisten en combinar recursos
Los nuevos enfoques para el combate a los piojos requieren que se aborden en una sola vez diversos aspectos del problema. En el caso al que nos referimos serían:
- la velocidad de crecimiento del las colonia de piojos
- el potencial desarrollo de resistencia
- la eliminación de las liendres en sus etapas mas tempranas
La combinación de aceite de Andiroba y Vinagre de Quassia parecen acercarse a estos objetivos y presentaremos evidencia de ello en la siguiente entrada.
A continuación un corto video que muestra un piojo vivo y una liendre (huevo) adherida al cabello:
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