Remedios para matar los piojos – ¿Qué tan confiables son?
Los remedios para matar a los piojos constituyen todo un arsenal prácticamente interminable – y muchas veces inimaginable – de recursos que no son medicamentos de patente.
Algunos médicos en diversos lugares inclusive utilizan medicamentos patentados pero que no son autorizados – aún – como tratamientos contra los piojos. Este es el caso de los antibióticos por poner un ejemplo.
¿Qué tan seguros son los remedios caseros?
De el resto de las opciones a la mayoría de ellas por no ser “patentadas” se les denomina “naturales” y como si fuera una consecuencia lógica “todo lo natural, es no tóxico”.
Pero la realidad es que solamente existen dos métodos COMPLETAMENTE NO TOXICOS para eliminar a TODOS los piojos:
- Rapar completamente la cabeza de la persona implicada lo cual evidentemente es un acto extremo poco factible de realizar en muchos niños, especialmente niñas y mujeres. Aunque hombres también.
- Extraer los piojos y liendres manualmente con peine/lendrera, lo cual como ya hemos mencionado en otras entradas implica habilidad, mucha paciencia, tiempo, buena visión, buena iluminación, etc.
En el extremo tenemos a quien ha llegado a utilizar gasolina o keroseno. ¿Será que hay quién también los considere “completamente naturales y poco tóxicos”? O quizás solo quiere exterminar a los piojos rápido… independientemente de lo que le ocurra al portador.
¿Cuántos y cuales son los remedios caseros que existen?
Responder cuantos y cuales son los remedios disponibles es una labor que parece imposible.
Dentro del rango de lo que puede encontrarse fácilmente en la alacena de la cocina o en el botiquín hay quien ha empleado desde el vinagre que utilizamos para las ensaladas hasta mercurio de los termómetros, lo cual dicho sea de paso es una práctica que debe evitarse por completo por su toxicidad.
Pero al hacer una búsqueda en Google al momento de escribir esta entrada, con los términos “remedios caseros para piojos de la cabeza” o en inglés “head louse home remedies” se encontraron un total de 362,00 y 1,110,000 páginas lo cual habla de la extensión de esta práctica. Y por supuesto de la necesidad de encontrar una solución efectiva contra los piojos.
¿Se han estudiado científicamente los remedios caseros?
Pero la verdad es que de toda la información que puede encontrarse en internet existen una gran cantidad de reportes anecdóticos, es decir “yo lo utilicé y me funcionó” o “ponle esto y verás” o “fulanit@ me dijo que esto es un buen remedio” o “tenemos mucha experiencia utilizando este método (sin proporcionar evidencia)”, etc., pero pocos estudios serios que hayan comparado los efectos de diversos remedios con otros o con medicamentos de patente y hayan probado su eficacia más allá de toda duda.
¿Por qué hay tan pocos estudios científicos sobre remedios caseros?
Una de las razones por la cual no hay suficientes estudios serios, metodológicos, sistemáticos, es que hay diversas variables que deben de tomarse en cuenta para decir que un estudio de este tipo es válido.
Para empezar, el primer problema es que deberían poderse estudiar casos reales de pediculosis, es decir, individuos que tengan el problema en ese momento y que accedan a participar en el estudio.
Además de esto, los estudios en diferentes centros de investigación deberían contar con:
- Un número comparables de sujetos de estudio
- Un grado comparable de infestación por liendres y piojos
- Una comparación del mismo tipo de remedio casero, con la misma cantidad y en el mismo esquema de aplicación (veces x hora/día/semana)
- Un grupo de controles, es decir personas a las cuales no se les aplique ningún tratamiento, lo cual no es ético de llevar a cabo, o
- Un grupo de controles tratado con un medicamento de referencia (permetrina, fenotrina, dimeticona, ivermectina, etc)
- Una medida de cuando se considera el tratamiento efectivo (porcentaje de eliminación de piojos, liendres, etc)
- Una comparación de los efectos colaterales o adversos entre los controles y los pacientes tratados con el remedio casero
Otro gran problema es que no hay muchos grupos de investigación que se dediquen a mantener colonias de piojos en el laboratorio y en las cuales pueda haber subgrupos de piojos resistentes a ciertos tratamientos y otros susceptibles a los mismos para poder hacer comparaciones.
En la Medicina actual se habla de un concepto cada vez mas aceptado a nivel mundial que es el de MEBE o “Medicina Basada en Evidencias”. Lo que esto quiere decir es que no basta con que unas pocas personas tengan una opinión sobre un asunto específico, inclusive si esas personas son autoridades en la materia. Lo que se requieren son datos cuantitativos y con validez estadística.
¿Es posible realizar un estudio serio para comparar la eficacia y seguridad de los remedios caseros?
Sí, es posible, aunque aún no hay suficientes como sería necesario en el mundo hay algunos ejemplos de estudios que se han hecho en el laboratorio no en personas sino con mechones de cabello a los cuales se adhieren los piojos y depositan sus huevos.
En este caso, con los cabellos en una caja de Petri infestados por los insectos se pueden llevar a cabo diversos tipos de pruebas controladas con las sustancias y por los tiempos que se deseen analizar.
La crítica que pueden tener este tipo de análisis es que al ser mechones de cabello in vitro falta la parte del cuero cabelludo de una persona real y por lo tanto la circulación sanguínea de la piel de donde los piojos humanos que son chupadores se alimentarían.
Esta diferencia puede ser muy importante a la hora de sacar conclusiones sobre los verdaderos efectos de una sustancia o compuesto determinada. No obstante, hasta que existan mejores modelos de investigación este es uno que se acerca mucho a lo que podría considerarse un ideal.
En la próxima entrada platicaremos acerca de un estudio de este tipo que comparó la efectividad sobre la viabilidad y fertilidad de los piojos de seis diferentes tipos de remedios caseros entre los más comunes: mayonesa, vaselina, mantequilla salada, vinagre blanco destilado, alcohol isopropílico, aceite de oliva y aceite de oliva extra virgen.
A continuación comparto un video que habla de varios de los remedios antes mencionados como vinagre, mayonesa, aceite de coco, cebollas, aceite de árbol de té, jugo de limón, neem, alcohol desnaturalizado, vaselina y almendras.
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